jueves, abril 24, 2014

INTELIGENTE ARTÍCULO de José María Ruiz Soroa: asusta el título, pero sólo es deliberadamente provocador.

En una sociedad moderna no caben políticas deliberadas de construcción nacional, sean de la nación que sean, la grande o la pequeña. No es su contenido concreto lo que las hace democráticamente ilegítimas (de manera que habría sido pecado volver castellanohablantes a quienes no lo eran, pero sería perfecto volver ahora euskaldunes a los castellanohablantes), sino su designio inherente de invadir campos reservados a la libertad personal de cada uno, al tiempo que su afán por borrar el pluralismo constitutivo de esa sociedad. No existen ya (¿existieron de verdad?) las añoradas gemeinschaften, sino solo sociedades complejas. Y en una democracia liberal no tienen cabida las políticas perfeccionistas de mejora de la calidad nacional del ciudadano. Cierto que estas políticas se practicaron por doquier en la gran época europea de la nation building decimonónica, pero tal circunstancia no las legitima hoy, igual que los precedentes históricos no legitiman la esclavitud o la exclusión de las mujeres.

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