miércoles, mayo 26, 2004

ESCRIBE, SE SUPONE que de forma ingeniosa, Josep Pernau en El Periódico que debido al bloqueo de la película Fahrenhet 9-11 del gordito Michael Moore, los estadounidenses que deseen verla tendrán que ir a Cuba o a Canadá. Igual que él y tantos españoles que se convirtieron en emigrantes por un día yendo a Perpiñán a ver aquellas películas que no obtenían el Nihil Obstat del régimen franquista:
Vaya la solidaridad de este columnista hacia la ciudadanía norteamericana progresista, que por ahora no podrá ver en su país el filme Fahrenheit 9/11, ganador de la Palma de Oro en Cannes, obra del cineasta, maldito de la América bien pensante, Michael Moore

escribe con apabullante inflación de comas.

Lástima que el cacareado bloqueo no fuera más que uno de los trucos publicitarios de Moore y que, en realidad, palidece al lado de las mentiras que contienen sus panfletos. Y aún más que el asunto está resuelto desde hace dos semanas. Es decir, antes de la Palma de Oro de Cannes.

Como decía Samuel Johnson, hay que haber leído antes de ponerse a escribir.